La mayoría de los factores ambientales que nos pueden enfermar son invisibles y sólo percibimos y sufrimos sus síntomas. Levantarnos aún con cansancio, padecer dolores de cabeza, infecciones recurrentes, tos, alergias; todas estas enfermedades pueden ser síntomas de un ambiente interior poco saludable. Desde 1982 la Organización Mundial de la Salud (OMS) tipificó el Síndrome del Edificio Enfermo que reúne la mayoría de estos síntomas. La misma organización clasifica los campos magnéticos de baja frecuencia (Hoja Informativa N° 263_Octubre 2001) y los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (Comunicado de prensa N ° 208_31 de mayo 2011) como cancerígenos tipo 2B.
